Proyecto Integrado

Formando comunidades ecológicas y solidarias en la selva de Pucallpa


Después de más de un mes de preparación y organización finalmente, un 7 de junio, emprendimos el tan esperado viaje a Pucallpa. No cabe dudas de que dejó una marca en cada uno de nosotros puesto que se trató de un viaje sin precedentes en nuestras vidas. Es increíble que hayamos tenido la oportunidad de realizar nuestro proyecto integrado en una ciudad como Pucallpa y lo es aún más recordar todas aquellas actividades que realizamos y de las que aprendimos tanto.
Al llegar a Pucallpa enfrentamos la primera gran dificultad, el calor y bochorno propio de nuestra selva amazónica. El primer día teníamos la misión de limpiar las orillas de la laguna de Yarinacocha, fue una labor ardua pero al mismo tiempo resultó en una actividad muy fructífera. Debo reconocer que en un principio estaba muy animada pero el sol y toda la actividad física implicada hicieron que me cansara mucho, fue todo un desafío. Sin embargo, no paré y seguí recogiendo la basura. Me sorprendí a mi misma ya que no recuerdo haber trabajado tan duramente, ni siquiera podía recordar la última vez que había sudado tanto. Encontramos una cantidad ingente de basura y a pesar de que al terminar, la playa lucia mucho más limpia todavía se podía observar algunos restos. Algo que me llamó la atención y que me gustaría rescatar fue el compromiso que percibí por parte de todos, no hubo ninguno que no haya dado lo mejor de sí mismo lo cual es aún más resaltante tomando en cuenta que la mayoría de nosotros habíamos dormido apenas una o dos horas.

Considero que uno de nuestros principales objetivos era el de concientizar a la población, de especial manera a los comerciantes y pescadores aledaños a la laguna. Reducir la contaminación y crear un ambiente saludable debería ser tarea de todos. No obstante, esto no corresponde con la realidad y lo cierto es que son pocos los que se preocupan y hacen algo por ello. Por lo tanto, me alegra que una iniciativa local como lo es la del colegio Sollertia tenga tan buenos resultados. Incluso pudimos compartir tiempo con ellos y conocerlos un poco más. Espero que nuestro trabajo no quede solamente como un hecho meramente anecdótico y que haya sido el inicio de un compromiso por una laguna más limpia.

Además, tuvimos la posibilidad de visitar la comunidad nativa San Francisco de origen Shipibo-Conibo. Nuestra labor era la de ayudar a implementar el museo local, proyecto iniciado por el colegio Sollertia. Al llegar nos recibieron con cantos y bailes, incluso nos invitaron a bailar con ellos y pudimos compartir un momento especial. Nos organizamos rápidamente y yo fui parte del grupo que se encargaba de la decoración de una pared.



Pintamos unos diseños kené, arte Shipibo-Conibo. En el grupo, todos llevamos el curso de artes visuales y hemos pintado en muchas ocaciones pero esta actividad fue completamente diferente. Los diseños son complicados de hacer y en un inicio me costó bastante. Sin embargo, con perseverancia logré continuar y terminar. Fue un nuevo reto al que nos enfrentamos y finalmente obtuvimos buenos resultados.



También pude compartir un momento con los niños, jugando y hablando con ellos. Aunque algunos solo hablaban shipibo. Tuvimos una visita guiada por un biohuerto, conocimos diversas plantas sagradas. El señor incluso nos contó su experiencia con el Ayahuasca. Gracias a todo esto aprendimos un poco más sobre la diversidad que existe en nuestro país y reflexionamos sobre la importancia de protegerla y mantenerla. 

Durante todo el viaje estuvimos en constante contacto con la laguna y pudimos conocer muchísimo sobre su fauna y flora, siendo testigos de la amplia biodiversidad de nuestro país. Una actividad de la que aprendimos bastante fue la de avistamiento de aves. Además pudimos ver delfines y tuvimos la oportunidad de pescar. Fueron actividades nuevas para la mayoría de nosotros, desarrollamos nuevas habilidades y tomamos una mayor conciencia de nuestras propias cualidades.

Finalmente visitamos el mercado y recorrimos parte de la plaza de Pucallpa. De esta manera recopilamos información sobre el estado de la población, del agua y de la contaminación mediante entrevistas ya preparadas. En la organización previa al viaje ya habíamos establecido quien se encargaría de cada cosa. Yo formaba parte del grupo que tenía que realizar el documental. Sin embargo, ayudé a realizar las entrevista y pude tener un contacto directo con los pobladores. Pude ser testigo de sus opiniones y necesidades, todo esto te enseña a tener una mente mas abierta y una visión mas global.

En definitiva fue un viaje lleno de nuevas experiencias, trabajo en equipo y mucho compromiso. Trabajamos en condiciones diferentes a lo que estamos acostumbrados pero las altas temperaturas y los molestos insectos no fueron un impedimento. Además de todo esto fuimos parte de un proyecto sobre un tema de importancia global, la contaminación en Pucallpa es un tema que nos concierne a todos y es nuestra responsabilidad como peruanos hacer algo por ello. 

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